La controvertida campaña de Arnold André se desarrolla sobre ruedas, en un autobús que hace las veces de salón de fumar y que tiene previsto hacer parada en varias gasolineras de toda Alemania. “Esto no obedece a la casualidad. Nuestro tabaco se vende con mucho éxito en las estaciones de servicio. Por lo tanto, es lógico que promocionemos allí nuestros productos”, asegura Dieter Reuter, portavoz de Arnold André.
La argumentación de Arnold André resulta válida, pues es cierto que la venta de tabaco genera buena parte de las ganancias de las gasolineras, pero no por ello resta un ápice de polémica a la acción publicitaria.
Además, y en vista de lo que ocurrió ayer en una estación de servicio de Total en Frankfurt, la campaña podría no resultar todo lo exitosa que Arnold André espera. Muchos fueron los clientes que, extrañados y confundidos, rechazaron la oferta de cigarrillos gratis. A su asombro contribuyó, sin duda, que el tabaco se repartiera, sin ningún tipo de escrúpulos, junto a los surtidores de gasolina. Otras personas aceptaron, sin embargo, encantadas el ofrecimiento y revolvieron en sus vehículos en busca de fuego para poder encenderlos.
Ante el revuelo ocasionado por la acción publicitaria, Total reaccionó negando tener nada que ver con ella y suspendiéndola de manera inmediata. “Evidentemente, ¡nosotros no repartimos cigarrillos en nuestras gasolineras!”, subrayó Delphine Saucier, portavoz de Total.
fuente:marketingdirecto.com
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