Es impresionante ver como la ignorancia se hace tan fresca en nuestra cultura política. Es increíble como muchos de estos aspirantes a cargos públicos hacen del entorno de las ciudades un verdadero vertedero visual a los que cohabitan con ellos. Viendo el desperdicio de recursos a los que ellos someten a sus posibles votantes pone a pensar a cualquiera, con cierto criterio y conciencia que ese mismo desenfreno y abuso de las áreas verdes y comunitarias le resta credibilidad a sus aspiraciones a gerenciar la cosa pública.
Podemos observar que no importa el área, pública o privada, allí embardunan con sus afiches y falsas promesas con sus cursis slogan de campaña pretendiendo saturar de sus mediocridades a los incrédulos que de una forma u otra ni mucha atención le prestan a sus afiches. Hasta en ese aspecto la política dominicana es sucia, mal manejada e improvisada.
A los queridos amigos postulantes, esos recursos inviértanlo en alguien que pueda asesorarles como maximizar sus “potencialidades y cualidades” para que sean elegidos a conciencia por el electorado. Por que les recuerdo que no el que mas afiche y vallas ponga tendrá más voto. Que podemos esperar de un aspirante a cualquier cargo que no respete una señal de transito o que coloque sus afiches sobre la promoción de cualquier empresa que paga sus impuestos para anunciarse como debe de ser.
En definitiva, la política dominicana está en la época del cartelismo y el fascismo de los años 40, cuando este recurso era la innovación del momento.
Foto: imagenesdominicana.com
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